Monday, May 21, 2007

Udo Maquiavelo a la Magnífica Michelle Bachelet

Ya es una obviedad que a un año y dos meses de haber asumido el poder las cosas no han resultada nada de fáciles para la primera mujer presidenta de nuestro país, y el acusar por medio de reflexiones machistas su inestable gobernabilidad es consecuencia de su condición de mujer (a pesar de que no me cabe duda todavía hay quienes piensen así), sería casi una limitación, sobre todo en estos tiempos, en que la cancilleria alemana es gobernada por una mujer, Angela Merkel, y que Ségolène Royal estuvo sólo a un par de votos de ser elegida la nueva presidenta de Francia. También es una obviedad que, como acusan los de regiones, Santiago no es Chile; y Chile no es Europa, que pena por aquéllos que se tragaron el cuento de "los jaguares de latinoamérica". No saben cuanto lo siento, pero sorry, no somos el viejo continente.
Pero bueno, no nos desviemos, y es que aprovechando la ocasión en la Universidad me hicieron leer "El Príncipe", de Nicolás Maquiavelo, y en vista de que mi profesora nunca me interrogó, yo, como el alumno aplicado que soy, para no olvidar lo leido, les entrego aquí una breve analogía de lo que ha sido el gobierno de Michelle Bachelet y de las recomendaciones que entrega Maquiavelo para conquistar y mantener los estados.
Como primera cosa según El Príncipe, determinaremos que el principado de Bachelet es un principado civil porque fue elegido por el pueblo, podría también haber sido una elección no hecha por el pueblo, sino que por los poderosos, ya que según Maquiavelo, cuando estos no consiguen tener a uno de los suyos en el poder, eligen y preparan a un simple mortal que también sea del pueblo para proclamarlo como Príncipe. De haber sido así en nuestro país, tendríamos a un lobo en cuerpo de oveja en el poder. Otra, y no menos importante característica que define a los principados civiles, es que al pueblo no quiere ser sometido ni oprimido por los poderosos y los poderosos quieren someter y oprimir.
Ahora bien, otras de las interrogantes que plantea Maquiavelo es la de si el Príncipe debe de ser amado o temido. Según él, es mejor que se le tema, porque algunos por permitir la piedad en sus principados, han hecho que se pierda el orden, aumentando con ello los robos y asesinatos. Lamentablemente Michelle Bachelet parece sólo haber permitido que se le ame.
Toda esta mala suerte que ha acompañado al gobierno de la Presidenta, porque ese es otro de los factores de los cuales habla Maquiavelo en su libro, sobre la suerte, es consecuencia única y exclusivamente de los tiempos en que le tocó gobernar, no se debe olvidar que el "proyecto Transantiago" es un proyecto que se arrastra desde el gobierno de Ricardo Lagos y que Michelle Bachelet llegó a poner en marcha. Los grandes beneficiados de estos tiempos de mala racha?, obviamente los de la derecha, que desde lo más oscuro han empezado a ver la luz para así acechar desde más cerca su presa.
"Reciba, pues, Vuestra Maginificencia este pequeño regalo con el mismo ánimo con que yo lo envío; un obsequio en el que, si lo leéis y lo consideráis atentamente, podréis reconocer uno de mis mayores deseos: que lleguéis a alcanzar toda la grandeza que la suerte y vuestras cualidades os prometen."

Wednesday, May 02, 2007

Días

Hace días ya que la necesidad por escribir algo viene persiguiéndome, brotándome por los poros, actuando casi como un rechazo a mi cuerpo para dejarlo salir, tal y como la ley natural de vida que nos hace eliminar todo aquello que nos intoxique. O simplemente como esa urgente necesidad que tenemos por escribir.
Estas últimas semanas ha habido muy poco tiempo para pensar, y si antes el propio tiempo era escaso, ahora poco y nada queda de él. Las pocas energías que me quedan las dedico única y exclusivamente a los estudios, puedo no tener mucho tiempo para repasar la materia, pero me preocupo venerablemente de asistir a clases y de entregar los trabajos la fecha indicada.
Las clases de inglés a veces son un tormento, pero aunque entre a ellas con un nudo en el estómago, estoy ahí presente. No puedo y no debo volver a cometer los mismos errores. Debo de entender y asumir que a los fantasmas y demonios se les enfrenta. Soy feliz en la Universidad, pero no es algo que estimule mis sentidos, ya antes de ingresar me habían advertido de que eran algo cuadradras, esquemáticas, y es obvio, no es arte lo que estoy estudiando.
Muchos también se atrevían a pronosticar de que el periodismo no era para mí, y puede que tengan razón, porque si bien es una carrera que me gusta, tampoco yo he descubierto si esto es realmente para mí, almenos no todavía. Sólo de una cosa estoy seguro, el periodismo será una llave, un puente conector a esas puertas y caminos que imagino vendrán para mí. ¡Y ay de mí si uno me mis profesores me oyera hablar así!, tengan por seguro que su única recomendación sería el que me cambiara de carrera.
En este proceso que estoy viviendo, que lleva ya dos meses, me siento como un recien operado, pisando sobre un terreno no muy firme a la hora de escribir porque, como era de esperarse en este tipo de carreras, la forma a la hora de construir un texto variará, y no es malo, porque de eso de trata. Yo ya estoy notando cambios, y vosotros?