Saturday, January 03, 2009

Una pena común a todas

Nada envuelve la pena, nada tapa la pena. Por más que te llenes de actividades, por más que alargues tu día hasta altas horas de la noche; por más que comas, por más que te masturbes dos veces en el día.

Nada envuelve la pena, nada tapa la pena. Por más que te embarques en viajes extenuantes de 27 horas por tierra, y más aún si es al norte de Chile, en donde el desierto avanza y la faz de la tierra se hace interminable. Aún así creo que lo prefiero, lo anhelo; no reniego de ti norte querido, tampoco de usted Señor conductor que me ha hecho llegar a mi destino sano y salvo, conciente quizás es más dolorosa la vida que la propia muerte. Y tampoco es que reniegue de la vida, me gusta, me fascina, a pesar de la pena, a pesar del vacío.

Itinerar es lo quiero, desgastarme en esos largos viajes en que poco y nada duermo, en que poco y nada descanso. Volver a reencontrarme con ese otro Señor que en los años de niñez fue mi acompañante de viajes, solo por obra del destino, que en un trayecto en tren de no más de cuatro horas, pone a un desconocido a tu lado que no volverás a ver jamás, pero que sin embargo hasta el día de hoy sigues recordando.

Y lo recuerdo porque me fascinó, porque con su voz grave y adulta algo tocó en mí, y yo le mostré mi llanto de niño, llanto de la pena que me produjo despedirme de mis abuelos. Siempre la pena.

Y quizás lo recuerdo por su profesión, porque me dijo, iba y venía, de norte a sur, de sur a norte. Será que el ir y venir es la profesión de la pena. Donde quiera que esté Señor, recuérdeme, no se olvide de mí. Hasta a una regresión soy capaz de someterme para saber que fue de usted, y por qué nuestras vidas se cruzaron, por mínima que los trazos de ésta hayan sido. Es extraño ni siquiera en mis sueños se halla aparecido.

En fin, a veces creemos nos deshacemos de la pena. Sin embargo al final del día siempre llega la desesperación, la angustia, la opresión en el pecho, peor aún si es fin de semana o día de descanso, en que sabes al otro día deberás de volver a reinsertarte. Cuestan tanto las reinserciones, y un lunes a las once de la mañana es ya una máquina que no se detiene.
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*Reflexiones de 2008; tan inherentes a cualquier año.

7 Comments:

Blogger Enigmatiko© said...

reflexiones de cada momento a veces segundos. muy cierto de todas formas.
un abrazote.

11:27 AM  
Blogger Enigmatiko© said...

me gusta estar al lado del camino...

2:39 PM  
Blogger Anita said...

expresaste mucha tristeza Udo... mmm me recordo caminos de Bolivia... mmmm
a veces parece que no hay esperanza...
pero si la hay.. en lo mas profundo..
Besos y abrazos

5:52 AM  
Anonymous Anonymous said...

udito te quiero mucho!!!
tanguis!

12:51 PM  
Blogger x said...

la reflexiones nso muestran el mundo dentro de nosotros, sacan palabras, sentimientos y miradas de nuestros corazón; aveces no siven de nada, pero aveces cambian el mundo para nosotros.

Las reflexion son como es respirar para el hombre, si ves un hombre de tez azul sin aire en un hobre ausente de reflexión.

saludos
vithor

2:53 PM  
Blogger Manuel said...

Tendremos que conversar este post con un café humeante.. a veces musicalizar las penas es un buen paliativo... aunque, ¿por qué no querer vivir una emoción tan intensa?

5:04 AM  
Blogger Manuel said...

This comment has been removed by the author.

5:04 AM  

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