Tuesday, May 20, 2008

Hermosa como la muerte, seductora como el pecado, fría como la virtud...

Mucho antes de que el pop juvenil y globalizado de Shakira llegara a mí; hubo una Diva que alumbraba mis días. Diva que no sólo me conquistó con su voz, sino que también con los variados personajes que interpretó en teleseries que filmó bajo el alero de la industria más grande de las telenovelas en América Latina, Televisa.
La fotografía que ilustra este post habla por sí sola, pero de todas formas siempre es bueno mencionar de quien se está hablando; sobre todo por aquellos que no tienen cultura televisiva ni menos consumo de cultura chatarra (para algunos), de lo que es televisa. Es más, la de la foto es ella y no es, porque se trata, -en lo personal-, de uno de sus personajes más memorables, en donde demostró, (en una industria cargada al maquillaje, cuya máxima exponente de la sobreactuación era Thalia), de esa máquina de producir telenovelas sí había mujeres con talento que, sin desmerecer a actrices como la fallecida Libertad Lamarque, Angélica María y Victoria Ruffo, por mencionar a algunas, Lucero pasó la prueba de fuego al interpretar a la perversa María Paula.
Las actrices no son actrices hasta que interpretan el papel de villanas; se le ha oido decir a más de alguna actriz. Para Lucero eso sí, el desafío fue todavía mayor, puesto que dentro de la misma trama de la teleserie, -que tenía por nombre Lazos de Amor-, debió de interpretar a dos personajes más, María Guadalupe y María Fernanda; quienes junto a la malvada María Paula, hacían, o mejor dicho, hacía el papel de trillizas, que, consecuencia de un grave accidente automovilístico que sufren los padres y las propias trillizas; una de ellas es separada de sus hermanas, María Guadalupe.
De ahí en adelante la historia es más o menos conocida; hijas que crecen a la sombra de secretos jamás confesados, la eterna rivalidad entre ricos y pobres, y por supuesto, el condimento que no puede faltar en una telenovela mexicana, la muchacha ciega, -María Fernanda-, interpretado magistralmente por Lucero. Y he ahí el mayor atractivo de Lazos de Amor, que hace esta teleserie no se convierta en una más del montón; sus personajes no son para nada caricaturizados ni sobreactuados, y Lucero sabe darle a cada una de las trillizas un distintivo especial, como el tic que caracterizaba a María Paula toda vez tenía en mente una de sus muchas fechorías, y que consitía en tocar con el dedo meñique de su mano derecha, su ceja derecha, eso acompañado de la mirada inquietante en que se podía leer en sus pupilas -eres el próximo en mi lista-
Inspirada tal vez en Catalina Creel, (la malvada de Cuna de Lobos, 1986. Interpretada por María Rubio, quizás uno de los personajes más perversos que se recuerde en las historias de las telenovelas mexicanas); Lucero debió de dejar atrás sus propios prejuicios para interpretar a una mujer que incluso, llegaba a enloquecer de amor por su propio tío, entre muchas otras cosas, asesinatos incluidos. Principios totalmente opuestos a los de la mexicana, que el año 2004 estuvo a punto de oponerse de participar en una película en donde debía de hacer un desnudo, (la película se hizo, pero parece la escena se omitió).
¿Conservadurismo o pudor por ser una mujer casada?, no importa, después de María Paula a Lucero le perdono todo.