Wednesday, December 20, 2006

Me quieren como regalo de Navidad

Wednesday, December 13, 2006

Abuelita dime tu...

Hasta el día de hoy retengo en mi memoria las tantas historias que mi abuela nos solía contar, hubiese deseado que fuesen todavía más, lamentablemente fue una tradición que empezamos a cultivar algo tarde y que su muerte terminó por romper.
La historia que pasaré a relaterles a continuación me la narró ella en una de esas tantas tardes de verano que pasé en el sur.
Como es sabido las noches en el sur son tenebrosamente oscuras, la única luminosidad existente es la de esas estrellas que parecen diamantes incrustrados y si se tiene suerte, te encuentras con una luna llena que en lugares como estos más que dar seguridad te enfundan miedo, no se puede negar que el cuadro es impresionante, pero hay de tí si aguantas más de media hora contemplándole sin nadie a tu lado. Esa noche quién sabe de que año, mi abuela salió acompañada de su suegra, era la última visita al baño antes de dormir, hacia allá iban cuando de repente se les apareció un tue-tue, sí, como lo leen, un tue-tue, esa ave tan común dentro de las leyendas campesinas, no recuerdo si me describió como era la tan misteriosa y famosa avecilla por lo demás, tan difícil de divisar, por lo que imagino mi abuela fue una privilegiada. Según ella; más que insultarles hay que ofrecerles algo, ellas la invitaron para la próxima noche, a comer mote, ya con ese dato podemos intuir que se encontraban en verano.
Por como mi abuela me relataba la historia parece no haberlas sorprendido tan particular encuentro, de seguro esa noche durmieron placidamente y al día siguente continúaron con sus que haceres cotidianos, eso hasta llegada la noche en que la ilustre visita las sorprendió afinando los últimos detalles del festín que le preparaban. Lavaban el mote en un canal que pasa por un costado de la casa de mis abuelos, desde ahí y en la penumbra de una noche tal vez de luna llena vieron aparecer, en cuerpo de una mujer desdeñada y con su larga cabellera sobre el rostro, al tue-tue de la noche anterior, no emitió sonido alguno, sólo se limitó a estirar sus huesudas manos para recibir lo suyo, sació su hambre como un animalillo, luego salió del agua para desaparecer absorbida por la noche.

Tuesday, December 05, 2006

La saga continúa, ¡ Y si fuera ella, VI !