Tuesday, November 28, 2006

Con las manos en la mata

Resulta que para el próximo número de la revista, "Cañamo" (Revista de psicoactivos y cultura canábica) me ofrecieron una portada. Motivos?, interés por parte de la linea editorial de dicha revista por saber que piensa uno oso como yo respecto a temas como estos, y como yo soy mucho más que un oso de cara bonita, fue que accedí a la entrevista.
Pues en eso estábamos, en plena sesión fotográfica cuando de pronto apareció la policia, consecuencias?, me descubrieron con las manos en la mata y me fuí detenido.



Monday, November 20, 2006

Un fans de verdad

Conocí a Shakira por primera vez en junio de 1997, fue en un programa de televisión animado por Kike Morandé, en ese entonces rostro de Canal 13, en dicho programa se elegiría a la mujer más hermosa de Chile que representaría a nuestro país en el próximo concurso de Miss Universo. Mi fanatismo por ella eso sí se arrastra de un poco antes, para ser más exactos, de 1996, cuando mi madre me obsequió, en recompensa por haber pasado de curso, un mini componente y un cassette a mi elección, y para que vean ustedes que mi destino para con ella pudo haber sido otro, no sabía si decidirme en ese entonces por el disco debut de la colombiana titulado, "Pies Descalzos", o la banda sonora de la teleserie de Televisón Nacional, "Loca Piel", protagonizada por la también debutante Javiera Contador, me decidí por Shakira, y no precisamente porque su pegajoso "Estoy Aquí" me enloqueciera, sino porque su disco estaba más barato que la banda sonora de la teserie y como pagaba mamá, no me quedó de otra.
Mi disconformidad duró hasta que escuché el disco completo y nació mi osbsesión por ella. Creo que fue lo peor para mis conocidos, amigos y por supuesto para mi madre que me hiciera fans de esta Señorita, les hablaba todo el día de Shakira, cantaba Shakira, comía Shakira, soñaba Shakira, para fortuna de ellos "el mal Shakira" me duró sólo un par de años y aprovecho la ocasión para agradecer y también pedir disculpas por haberlos saturados con Shakira, al extremo que poco y nada les importa que es de Shakira hoy en día, ojalá y ya esté bajo tierra, pero fin, tampoco es tanto el cargo de conciencia porque era pequeño.
Volviendo entonces al primer encuentro con Shakira. Además de ser todavía un niño, soñaba yo con ser estrella de la caja cuadrada, por ello es que me pasaba tardes enteras en programas de televisón que fuesen en vivo y que necesitaran público; así fue como conocí a Ivette Vergara y su programa "Hugo", y a tantas otras celebridades que no nombraré porque me da algo de pudor reconocer estuve un día en sus programas. La tarde en que me enteré que podría tener la oportunidad de conocer a Shakira estaba en la fila para la grabación de un capítulo de "Sabados Gigantes", la fila era enorme, y nos tuvieron ahí horas y horas, digo "nos" porque se encontraba junto a mí una prima que venía del sur y estaba pasando sus vacaciones de invierno en Santiago, y como el dinero era poco como para llevarla a "Fantasilandia", por ejemplo, la llevé a conocer la televisión, fue tanto lo que nos tramitaron que en un momento le dije a mi prima que nos fuéramos porque ya era muy tarde, en eso pasa un tipo repartiendo entradas para ese otro programa en que la artista invitada sería Shakira, quedé helado, o sea, era mi oportunidad para poder conocerla, no lo pensé dos veces y recibí la entrada.
¡En mi vida me había latido el corazón como ese día!, la presentación de ella duró sólo unos minutos, ya luego su guadaespaldas la tomó de un brazo y la hizo desaparecer para siempre de mis ojos. Eso creí yo. Una vez fuera del estudio, y ya de regreso a mi casa, ví aparecer del subterráneo del canal la van con vidrios polarizados que transportaba a Shakira, una chica más fanática y atrevida que yo se agarró de la camioneta y no se soltó de ella hasta que el chofer se detuvo, obviamente yo corrí hasta el lugar de los hechos, ahí Shakira amablemente sacó la mitad de su cuerpo y le dió un autógrafo a la chica, yo no tenía ni papel ni lápiz, sin embargo pude apreciarla mucho mejor y más cerca, en ese entonces no era ni rubia ni la mitad de famosa que es hoy en día, su cabello era negro, casi azabache, y su rostro blanco como un papel, me pareció hermosa, de ahí en adelante ya no fue más obsesión, sino que amor, amor del bueno, no de ese morboso, ese amor un poco gay que todos nosotros le profesamos a nuestras Divas, de ese amor.
He ahí el primer encuentro, el segundo sería en 2001, con su "tour Anfibio", la primera gira que la traería por latinoamérica. Después de aquella primera vez me propuse conocerla de nuevo, ésta vez con el propósito de que me autografiara el cuaderno con todo el material que había recolectado de ella, cuaderno que pueden apreciar en la sesión de fotografías que preparé especialmente para la ocasión. Entre la primera y segunda vez que la conocí hubo un par de intentos por concretar mi sueño, pero ambos fallidos.
Ya para 2001 llegaría con dos álbumes de estudio y su recien editado e impecable "MTV Unplugged", además por supuesto, de ser conocida en gran parte de latinoamérica y con una carrera de gran proyección .
El recital tenía fecha para el 30 de marzo en la pista atlética del Estadio Nacional, antes de eso ofrecería una conferencia de prensa, la última antes de convertirse en lo que es hoy, en donde sus únicas presentaciones en público no son más que de la suit del hotel al recinto en donde ofrece sus recitales, de conferencias y encuentros con fans, nada, a excepción de esta vez en que pareciera viene con los humos no tan subidos, por ello es que bromeaba con mis conocidos la segunda vez que visitó nuestro país y en donde ya había comenzado su expansión al mercado anglo, "conocí a Shakira cuando era humilde", obviamente claro, todo es parte del juego de la industria y el marketing por hacer de este tipo de shows algo más sabroso, porque de que la "chiquilla" es simpática y piola, es simpática y piola, ja, lo digo yo que la tuve ahí, a menos de tres metros de mis ojos, en donde tuve la posibilidad de entregarle cuanto regalo tenía guardardo para ella, y ella amablemente me dió las gracias y me sonrío con su voz caprina, dulce, casi de niña, y todo esto por haberme hecho pasar por periodista, por averiguar donde se hospedaba, "Hotel Hyatt" y la hora de la conferencia de prensa, también tuve que conseguirme una grabadora, lo mínimo como para parecer periodista. En vida me había visto tan seguro y con tanta decisión, llegué a la puerta del hotel, saludé, y pregunté donde era la conferencia de prensa de Shakira, el tipo ni siquiera se molestó en preguntarme de que medio era, sólo se limitó a mirar mi bolso que parecía de cámara fotográfica y me hizo pasar, tan simple como eso, obviamente no se trataba de Madonna y la seguridad no era post atentados torres gemelas, una vez dentro del hotel eso sí, me vino el bajón, como que se me doblablan las piernas, me faltaba el aire, como que andube apunándome también, jajaja.
Ya en la sala de la conferencia de prensa me codie con todas las estrellas de la farándula chilena, Titi Ahubert, Jennifer Warner, y ese detestable engendro llamado Alejandro Chávez, más conocido como "Chavito", yo también tuve la posibilidad de hacerle una pregunta, de haber tomado el micrófono y mirándola a los ojos decirle cuanto la admiraba, pero no pude, y no porque no estuviese acreditado, sino porque los nervios y la emoción fueron más fuertes que yo, a cambio, una vez terminda la conferencia de prensa me avalanzé sobre el tumulto de periodistas y fotografos que esperaban una última pregunta, una última foto y literalmente le grité a Shakira que por favor me firmara el cuaderno, ese libro de su vida que sólo un fanático como yo era capaz de escribir.
Esas fostos en que se le ve sonriente, serena, recibiendo premios por sus muchas copias vendidas de ese espectácular álbum "Donde están los ladrones", en lo personal su mejor disco, se las tomé yo, obviamente la calidad no es la misma que se obtienen hoy en día con las cámaras digitales, pero es lo que hay, esa es la mejor prueba de que estuve ahí, por supuesto también mi cuaderno autografiado. Como ven, los sueños si se hacen realidad.

Wednesday, November 15, 2006

The End

El viaje al Cusco tuvo un par de complicaciones, bastante esperadas por lo demás ya que antes de iniciar mi larga travesía fui advertido por parte de familiares, amigos y desconocidos sobre los riesgos de visitar una ciudad a tantos metros de altura, ante tanta insistencia no me quedó de otra que prevenir, sin embargo mis precauciones no fueron suficientes y terminé apunándome igual, consecuencias? malestar estomacal, una baja de presión de los mil demonios, deshidratación, a ratos dificultades para respirar, etc, etc, etc. Tanto malestar físico eso sí podría haber hecho que abandonara la filmación de mi único registro personal, y ante tan maravilloso paisaje les aseguro que no estaba dispuesto a ceder, me sentía como aquél fotógrafo que da hasta sus entrañas por conseguir la mejor fotografía en medio de una guerra. ¿Cómo sabía yo si esa era la primera y última vez que mis ojos tenían la oportunidad de apreciar tan bello paisaje?, en esta oportunidad ya no los tantos cuadros de naturaleza muerta con cachimba que me habían acompañdo en el transcurso de mi viaje, este era un cuadro vivo de alpacas y llamas, aguas cristalinas de azul profundo, un pedazo de cielo hecho laguna, el altiplano de las clases de historia por fin frente a mis ojos, a pesar de no ser precisamente el altiplano chileno, pero imagino tienen gran similitud.
Al Cusco llegué a las seis de la mañana del día 16 de octubre, sólo cuatro horas menos que de Santiago a Arica, trayectos extremadamente largos, por ello es que si no se va preparado, sobre todo de Tacna a Cusco, las horas de viajes son sumamente extenuantes, si no, pregúntenme a mí. Me hospedé a dos cuadras de la Plaza de Armas del Cusco, llegué ahí no por casualidad, sino por un Señor encargado de llevar turistas a dicha hosteria, treinta soles por noche, algo así como seis mil pesos chilenos, baño propio y desayuno. Dormí sólo un par de horas, el resto del día lo dediqué a conocer la ciudad por la que había viajado casi cuatro días, de haber ido acompañado le habría pedido a mi amigo de viaje que me diera un pellizco para convencerme de que aquello no era un sueño, de que la imponente catedral que estaba frente a mis ojos no se esfumaría al tocarla. Eran muchas la emociones, antes de empreder tan largo viaje estaba lleno de dudas e inseguridades, los deseos por querer conocer el norte eran muchos, sin embargo era primera vez que salía fuera de Chile y además solo, claro que el estar en una ciudad tan hermosa y con gente tan cálida te hace olvidar y deshacerte muy pronto de tus temores y demonios.
Al igual como en las ciudades anteriores en donde estuve, en el Cusco pasé sólo una noche, ya después de haberme maravillado con tan bella ciudad contraté un tur para mi destino final, Machu Picchu.
A la ciudad del sol partí al día siguente, ocho de la mañana, era un tur de cuatro días, no por el camino del Inca porque ese tipo de tur tiene demasiada demanda y para ello hay que contratarlos con meses de anticipación, el mío contemplaba para el primer día; bajada en bicicleta, que a propósito, como se dice en buen chileno, me saqué la mierda, tanto, que ya a tres semanas de haber regresado todavía persiste el dolor en mi costado derecho, principalmente en la costilla, que a la hora de dormir es cuando más molestias tengo.
En mi grupo también viajaban un peruano y su novia holandesa, ambos radicados en Inglaterra, una pareja de irlandeses, un Sudafricano, y yo, el chileno que nunca falta. De los cuatro días de tur el segundo fue el más duro, había que subir unas montañas ni se imaginan lo empinadas, a Dios gracias no morí de un infarto y logré llegar íntegro a la cima, como recompensa eso sí nos esperaba una piscina de aguas termales, así cualquiera no? Esa noche al llegar al pueblo cenamos y luego fuimos a un restaurant-fuente de soda, era algo así como una cantina, nos embriagamos con cerveza cusqueña y bailamos al ritmo de Gwen Stefani y Cyndi Lauper, hay algo más cosmopolita que eso?, lo dudo, además ironize con mi amigo peruano que es por culpa de los españoles que los latinos somos buenos para el copete y borrachos.
Nuestra tercera y última noche antes de llegar por fin a Machu Picchu nos alojamos en Aguas Calientes, quién haya ido al Imperio del Inca pasa una noche ahí. A la ciudad del sol partimos a las cuatro de la mañana, la idea era llegar arriba a las seis para ver la salida del sol, desgraciadamente la suerte no nos acompañó y la ciudad estaba cubierta de nubes, una pena, pero bueno, más tarde igual se despejaría y podría apreciar en todo su esplendor, los misterios de esa ciudad abandona por los Incas para protegerlas del invasor, perdón, conquistador. Terminada la visita guiada teníamos tiempo libre para seguir visitando el lugar por nuestra propia cuenta, descansar o hacer lo que se te antojara, por supuesto no rayar los muros sagrados ni mucho menos guardarte un pedazo de piedra en la mochila, yo opté por subir la montaña que está a un lado de Machu Picchu y que tiene por nombre Wayna Picchu, deben de ubicarla ya que siempre aparece en las fotografías que se le toman al Imperio Inca.
Al Cusco restornamos en tren hasta una estación que tenía por nombre Ollantaytambo, que por lo demás me gustó muchísimo, al día siguente emprendería yo también mi largo camino a casa.
Con los chicos del tur hice muy buenas amistades, nos dimos direcciones de correos y mi hermano peruano me dejó invitado a Inglaterra, así que tengo que dedicarme sólo a juntar dinero, mucho dinero y aprender inglés, como saben?, el post de mis próximas vacaciones pueden ser del Reino Unido en donde además aparezca en un recital de Madonna, jojojo...
Y ahora qué?, pues preparándome para mi próximo evento social, la visita de mi cantante favorita para el próximo miércoles en el Estadio Nacional.

Wednesday, November 08, 2006

¡Quién dijo que las segundas partes no son buenas!

Pensaba pasar la noche en Arica, reponerme del largo viaje antes de partir, pero como llegué a medio día tenía tiempo suficiente para buscar donde hospedarme estando ya en el Perú. Me sentía como un ilegal, como un mexicano listo y dispuesto para cruzar la frontera en busca de mejor destino. Como en muchas otras ocasiones la vida me dió la posibilidad de elegir, esta vez elegir entre un autobús y un taxi colectivo para cruzar la frontera Chile-Perú, me decidí por un colectivo, a excepción de las playas de Arica el paisaje no tuvo mayor variedad, y hasta poco antes de llegar a Tacna todo fue de nuevo otro cuadro de "naturaleza muerta con cachimba". Salí de Arica más menos a las dos de la tarde, y llegué a Tacna-Perú a las doce del día, ¡Oh, pos hora!, resulta que son dos horas de diferencia con Chile, luego vendría el cambio de moneda, de pesos chilenos a soles, el Sol es la moneda peruana, debo de reconocer que un principio me costó un poco eso de la convención del dinero. A la hora de comprar yo sólo pagaba, sin importar que estuviese cancelando diez mil pesos por un agua mineral, por suerte la gente en el Perú es gente solidaria, y a diferencia de lo que piensan algunos chilenos pobres de espíritu, es mentira aquello de que los peruanos nos odian, como siempre lo he dicho, esa no es más que xenofobia barata por parte de algunos que repudian a los peruanos y bolivianos, pero que sin embargo agachan el moño ante a los argentinos.
Un taxista del que no tardé en hacerme amigo fue quién me acompañó a sacar el pasaje de mi próximo destino, El Cusco, fue él quién me recomendó que linea de bus abordar y por decir que yo era su amigo, me rebajaron el boleto, lo mismo ocurrió en la hostería en donde me hospedé, el amigo peruano me dijo que de haber tenido casa propia me habría invitado a hospedarme en su hogar, "Esos son los cholos, los peruanos hediondos y cochinos y que tanto nos odian".
Estuve menos de veinticuatro horas en cada ciudad, y a diferencia de los marinos que en cada puerto dejan un amor, el mío quedó en Santiago. Ya en mi habitación con TV cable y baño propio me dí un exquisito y reponedor baño de agua tibia, después de un largo viaje no hay nada mejor que una ducha, luego me dedicaría a conocer algo de la ciudad para ya a las ocho de la noche, hora peruana, estar preparándome para dormir, al otro día tenía pasaje para las ocho treinta de la mañana con destino al Cusco.
También continurá...

Thursday, November 02, 2006

No estaba muerto, andaba de parranda


Imagino ya estaban extrañando mis comentarios en vuestros blog y mi larga ausencia de post, pues tranquilos, ya estoy de regreso, no he muerto ni tampoco he pensado en el retiro, al menos no todavía, todo es más sencillo de lo que ustedes y yo mismo imaginamos, sólo estaba de vacaciones, de largas y merecidas vacaciones, ya era hora no?, eran tantas y tan larga mi jornada laboral que faltó poco para mudarme con todo y hacer de mi trabajo mi hogar, no por nada eso que dicen el lugar de trabajo es como nuestro segundo hogar, no por nada también es que somos el único país del mundo que más trabaja y menos produce, pero bueno, tampoco puedo quejarme demasiado ya que es gracias al trabajo que tengo que pude regalarme las vacaciones que me di.

Partí un viernes 13 de octubre, ¡Uuuuuuuy, viernes 13!, no había tiempo para supersticiones así que no me quedó de otra, destino? Santiago-Arica, como me dijo un compañero, 27 horas de amor, pero iba equipado, mucha música y buena literatura, aunque debo de confesar que ni escuché mucha música ni leí tampoco, la imponente belleza de los paisajes me eran suficientes para hacer mi viaje menos tedioso, aunque no se si existen viajes tediosos, menos aún si se trata de tus vacaciones, en que las largas horas de viaje para llegar a tu destino parecen no importar.

Antes de que anochezca

Hasta Atacama me acompañó la luz del sol, a pesar de que cuando salí de Santiago llovía como si fuese el más duro día de invierno, el mal tiempo me mostró su mala cara hasta poco antes de llegar a Coquimbo, de ahí en adelante todo fue un "cuadro de naturaleza muerta con cachimba", la noche no tardó en enviudar y la luna, majestuosa como nunca, se vistió de gala para mí, la poca visión que tenía desde la ventana del bus me permitía apreciar sólo una parte del desierto más árido del mundo, a ratos parecía estar dentro de un sueño, que me hacía imaginar en un par de kilómetros más me encontraría con un letrero que dijera; "Bienvenidos a Marte, disfrute su estadía".

Luego vendría el amanacer. Hay algo más hermoso que un amanecer?, el mío no fue uno cualquiera, no Señores, o sea, no todos los días se tiene la suerte de apreciar un amanecer en el desierto y desde la mejor de las ubicaciones, todo ese espectáculo no quedó plasmado en una imagen, sino que en una cámara filmadora que registró minuto a minuto cada detalle, cada movimiento de ese sol madrugador que en las grandes ciudades se despierta más tarde.

De Iquique a Arica, debo de confesarlo, soy humano así que perdón por la contradicción, el viaje se me hizo eterno, por más que el bus fuese a la velocidad de la luz sentía que no avanzaba y la ciudad de la eterna primavera parecía cada vez más lejana. No sabía que lo mejor estaba por venir, cuando de pronto el bus comenzó a subir y subir, recién ahí descubrí que sufro de vértigo y que las alturas me producen algo de inseguridad. En vano inclinaba mi cuerpo hacia mi costado izquierdo para evitar que el bus fuese a dar al vacío en caso de cruzarse una piedrecilla en su camino, en circunstancias como esas no me quedó otra que entregarme; y una ves en tierra firme agradecer a Dios por vendecir cuerpo, alma, mente y espíritu del Señor conductor porque les aseguro la ruta al norte de Chile no es un camino fácil.

La historia sin fin

Llegué a la I región cerca de la una de la tarde del día catorce de octubre, almorzé, hice un par de llamadas, las últimas desde mi celular ya que como es sabido en el extranjero los celulares no funcionan, destino? Arica-Perú.

Continuará...