Tuesday, November 28, 2006
Monday, November 20, 2006
Un fans de verdad
Mi disconformidad duró hasta que escuché el disco completo y nació mi osbsesión por ella. Creo que fue lo peor para mis conocidos, amigos y por supuesto para mi madre que me hiciera fans de esta Señorita, les hablaba todo el día de Shakira, cantaba Shakira, comía Shakira, soñaba Shakira, para fortuna de ellos "el mal Shakira" me duró sólo un par de años y aprovecho la ocasión para agradecer y también pedir disculpas por haberlos saturados con Shakira, al extremo que poco y nada les importa que es de Shakira hoy en día, ojalá y ya esté bajo tierra, pero fin, tampoco es tanto el cargo de conciencia porque era pequeño.
Volviendo entonces al primer encuentro con Shakira. Además de ser todavía un niño, soñaba yo con ser estrella de la caja cuadrada, por ello es que me pasaba tardes enteras en programas de televisón que fuesen en vivo y que necesitaran público; así fue como conocí a Ivette Vergara y su programa "Hugo", y a tantas otras celebridades que no nombraré porque me da algo de pudor reconocer estuve un día en sus programas. La tarde en que me enteré que podría tener la oportunidad de conocer a Shakira estaba en la fila para la grabación de un capítulo de "Sabados Gigantes", la fila era enorme, y nos tuvieron ahí horas y horas, digo "nos" porque se encontraba junto a mí una prima que venía del sur y estaba pasando sus vacaciones de invierno en Santiago, y como el dinero era poco como para llevarla a "Fantasilandia", por ejemplo, la llevé a conocer la televisión, fue tanto lo que nos tramitaron que en un momento le dije a mi prima que nos fuéramos porque ya era muy tarde, en eso pasa un tipo repartiendo entradas para ese otro programa en que la artista invitada sería Shakira, quedé helado, o sea, era mi oportunidad para poder conocerla, no lo pensé dos veces y recibí la entrada.
¡En mi vida me había latido el corazón como ese día!, la presentación de ella duró sólo unos minutos, ya luego su guadaespaldas la tomó de un brazo y la hizo desaparecer para siempre de mis ojos. Eso creí yo. Una vez fuera del estudio, y ya de regreso a mi casa, ví aparecer del subterráneo del canal la van con vidrios polarizados que transportaba a Shakira, una chica más fanática y atrevida que yo se agarró de la camioneta y no se soltó de ella hasta que el chofer se detuvo, obviamente yo corrí hasta el lugar de los hechos, ahí Shakira amablemente sacó la mitad de su cuerpo y le dió un autógrafo a la chica, yo no tenía ni papel ni lápiz, sin embargo pude apreciarla mucho mejor y más cerca, en ese entonces no era ni rubia ni la mitad de famosa que es hoy en día, su cabello era negro, casi azabache, y su rostro blanco como un papel, me pareció hermosa, de ahí en adelante ya no fue más obsesión, sino que amor, amor del bueno, no de ese morboso, ese amor un poco gay que todos nosotros le profesamos a nuestras Divas, de ese amor.
He ahí el primer encuentro, el segundo sería en 2001, con su "tour Anfibio", la primera gira que la traería por latinoamérica. Después de aquella primera vez me propuse conocerla de nuevo, ésta vez con el propósito de que me autografiara el cuaderno con todo el material que había recolectado de ella, cuaderno que pueden apreciar en la sesión de fotografías que preparé especialmente para la ocasión. Entre la primera y segunda vez que la conocí hubo un par de intentos por concretar mi sueño, pero ambos fallidos.
Ya para 2001 llegaría con dos álbumes de estudio y su recien editado e impecable "MTV Unplugged", además por supuesto, de ser conocida en gran parte de latinoamérica y con una carrera de gran proyección .
Ya en la sala de la conferencia de prensa me codie con todas las estrellas de la farándula chilena, Titi Ahubert, Jennifer Warner, y ese detestable engendro llamado Alejandro Chávez, más conocido como "Chavito", yo también tuve la posibilidad de hacerle una pregunta, de haber tomado el micrófono y mirándola a los ojos decirle cuanto la admiraba, pero no pude, y no porque no estuviese acreditado, sino porque los nervios y la emoción fueron más fuertes que yo, a cambio, una vez terminda la conferencia de prensa me avalanzé sobre el tumulto de periodistas y fotografos que esperaban una última pregunta, una última foto y literalmente le grité a Shakira que por favor me firmara el cuaderno, ese libro de su vida que sólo un fanático como yo era capaz de escribir.
Esas fostos en que se le ve sonriente, serena, recibiendo premios por sus muchas copias vendidas de ese espectácular álbum "Donde están los ladrones", en lo personal su mejor disco, se las tomé yo, obviamente la calidad no es la misma que se obtienen hoy en día con las cámaras digitales, pero es lo que hay, esa es la mejor prueba de que estuve ahí, por supuesto también mi cuaderno autografiado. Como ven, los sueños si se hacen realidad.
Wednesday, November 15, 2006
The End
Wednesday, November 08, 2006
¡Quién dijo que las segundas partes no son buenas!
Un taxista del que no tardé en hacerme amigo fue quién me acompañó a sacar el pasaje de mi próximo destino, El Cusco, fue él quién me recomendó que linea de bus abordar y por decir que yo era su amigo, me rebajaron el boleto, lo mismo ocurrió en la hostería en donde me hospedé, el amigo peruano me dijo que de haber tenido casa propia me habría invitado a hospedarme en su hogar, "Esos son los cholos, los peruanos hediondos y cochinos y que tanto nos odian".
Estuve menos de veinticuatro horas en cada ciudad, y a diferencia de los marinos que en cada puerto dejan un amor, el mío quedó en Santiago. Ya en mi habitación con TV cable y baño propio me dí un exquisito y reponedor baño de agua tibia, después de un largo viaje no hay nada mejor que una ducha, luego me dedicaría a conocer algo de la ciudad para ya a las ocho de la noche, hora peruana, estar preparándome para dormir, al otro día tenía pasaje para las ocho treinta de la mañana con destino al Cusco.
Thursday, November 02, 2006
No estaba muerto, andaba de parranda
Imagino ya estaban extrañando mis comentarios en vuestros blog y mi larga ausencia de post, pues tranquilos, ya estoy de regreso, no he muerto ni tampoco he pensado en el retiro, al menos no todavía, todo es más sencillo de lo que ustedes y yo mismo imaginamos, sólo estaba de vacaciones, de largas y merecidas vacaciones, ya era hora no?, eran tantas y tan larga mi jornada laboral que faltó poco para mudarme con todo y hacer de mi trabajo mi hogar, no por nada eso que dicen el lugar de trabajo es como nuestro segundo hogar, no por nada también es que somos el único país del mundo que más trabaja y menos produce, pero bueno, tampoco puedo quejarme demasiado ya que es gracias al trabajo que tengo que pude regalarme las vacaciones que me di.
Partí un viernes 13 de octubre, ¡Uuuuuuuy, viernes 13!, no había tiempo para supersticiones así que no me quedó de otra, destino? Santiago-Arica, como me dijo un compañero, 27 horas de amor, pero iba equipado, mucha música y buena literatura, aunque debo de confesar que ni escuché mucha música ni leí tampoco, la imponente belleza de los paisajes me eran suficientes para hacer mi viaje menos tedioso, aunque no se si existen viajes tediosos, menos aún si se trata de tus vacaciones, en que las largas horas de viaje para llegar a tu destino parecen no importar.
Antes de que anochezca
Hasta Atacama me acompañó la luz del sol, a pesar de que cuando salí de Santiago llovía como si fuese el más duro día de invierno, el mal tiempo me mostró su mala cara hasta poco antes de llegar a Coquimbo, de ahí en adelante todo fue un "cuadro de naturaleza muerta con cachimba", la noche no tardó en enviudar y la luna, majestuosa como nunca, se vistió de gala para mí, la poca visión que tenía desde la ventana del bus me permitía apreciar sólo una parte del desierto más árido del mundo, a ratos parecía estar dentro de un sueño, que me hacía imaginar en un par de kilómetros más me encontraría con un letrero que dijera; "Bienvenidos a Marte, disfrute su estadía".
Luego vendría el amanacer. Hay algo más hermoso que un amanecer?, el mío no fue uno cualquiera, no Señores, o sea, no todos los días se tiene la suerte de apreciar un amanecer en el desierto y desde la mejor de las ubicaciones, todo ese espectáculo no quedó plasmado en una imagen, sino que en una cámara filmadora que registró minuto a minuto cada detalle, cada movimiento de ese sol madrugador que en las grandes ciudades se despierta más tarde.
De Iquique a Arica, debo de confesarlo, soy humano así que perdón por la contradicción, el viaje se me hizo eterno, por más que el bus fuese a la velocidad de la luz sentía que no avanzaba y la ciudad de la eterna primavera parecía cada vez más lejana. No sabía que lo mejor estaba por venir, cuando de pronto el bus comenzó a subir y subir, recién ahí descubrí que sufro de vértigo y que las alturas me producen algo de inseguridad. En vano inclinaba mi cuerpo hacia mi costado izquierdo para evitar que el bus fuese a dar al vacío en caso de cruzarse una piedrecilla en su camino, en circunstancias como esas no me quedó otra que entregarme; y una ves en tierra firme agradecer a Dios por vendecir cuerpo, alma, mente y espíritu del Señor conductor porque les aseguro la ruta al norte de Chile no es un camino fácil.
La historia sin fin
Llegué a la I región cerca de la una de la tarde del día catorce de octubre, almorzé, hice un par de llamadas, las últimas desde mi celular ya que como es sabido en el extranjero los celulares no funcionan, destino? Arica-Perú.
Continuará...